En la historia de la Fundación Fraternidad Medellín hay alianzas duraderas y profundas. Como la que mantenemos con la Fundación ACARPÍN, una organización que desde 1935 abre caminos para niñas, niños y adolescentes cuyas vidas han sido marcadas por la vulneración de sus derechos.
Desde 1983, con nuestro programa “Ayudar a Ayudar” acompañamos a ACARPÍN en su misión de restablecer la dignidad, ofrecer protección, educación y acompañamiento a quienes más lo necesitan.
Bajo el impulso de su fundador, el sacerdote Bernardo Montoya, ACARPÍN nació para responder al llamado de la niñez que pedía limosna en las calles de Medellín, interesándose por la alfabetización, la catequesis y la capacitación como caminos de liberación. Hoy, su labor se concentra en atender a niños, niñas y adolescentes de entre 7 y 18 años, provenientes del departamento de Antioquia y de zonas rurales del país afectadas por el conflicto.
La institución brinda atención especializada, bajo la modalidad de internado, orientada a restablecer derechos vulnerados como abandono, maltrato, abuso sexual o psicológico.
Esta alianza simboliza muchas cosas: un compromiso con la infancia y la juventud, que apuesta por darles no solo protección, sino oportunidades reales de transformación. Pero, además, permite reconocer que la dignidad humana se construye desde el cuidado integral: educación, salud, formación y acompañamiento emocional.
Con la convicción de que cada persona, desde la infancia, merece sentir que pertenece, que importa y que puede soñar, hoy felicitamos con todo el corazón a ACARPÍN por sus 90 años. Porque sabemos que cuando cuidamos a los más vulnerables, también fortalecemos nuestro tejido social, construimos comunidad y sembramos esperanza en Antioquia y más allá.
Desde Fraternidad Medellín les decimos: ¡gracias! Por su legado, por su entrega y por permitirnos caminar juntos. Sigamos adelante, porque cuando trabajamos de la mano, el mundo entero puede cambiar.