Medellín. Su gente, su vida, su desarrollo, su contraste, un territorio de oportunidades, industrioso, pero inequitativo. Estas fueron las fuentes de inspiración de aquello que, en 1957 fue la idea determinante de 53 jóvenes empresarios que, con recursos de su propio bolsillo decidieron comprometerse con la equidad, y que hoy, 67 años después es Fraternidad Medellín: un valioso patrimonio de la comunidad, un patrimonio que se custodia y administra con el mayor cuidado, el más alto compromiso y la clara intención de ponerlo al servicio del bienestar de la sociedad. Primero fueron soluciones de vivienda, luego alianzas con otras instituciones para lograr ser benefactores de benefactores, y por último, sin dejar nunca de hacer lo que se venía haciendo, se puso como propósito el mejoramiento de la calidad de la educación en Antioquia. Para esto, la Fundación hace presencia en 27 municipios de las subregiones de Oriente, Suroeste y Urabá. En ellos y mediante la experticia de otras fundaciones, desarrolla proyectos que buscan incidir positivamente en los factores asociados a la calidad de la educación que tienen que ver con lo que pasa en la institución, en la familia, la vereda y el entorno comunitario. En 2017, como celebración de los 60 años de Fraternidad Medellín, iniciamos un gran Programa de Acceso a Educación superior que ha beneficiado a cientos de jóvenes, familias e instituciones educativas. 

Año a año, esta determinación ha ido construyéndose, reinventando cada vez el camino para lograr los objetivos, entendiendo los momentos históricos para acoplarse, para hacer lo mejor, de una manera discreta y austera, pero contundente y con proyección de futuro.